Intervención de Manolo Lay en apoyo de las Ordenanzas Fiscales 2008

howsoever Como es sabido, Izquierda Unida ha decidido este año votar a favor del conjunto de las ordenanzas fiscales que nos trae el equipo de gobierno para el año 2008, a diferencia de lo que hemos hecho en años anteriores, donde votamos en contra de cuatro de ellas y a favor del resto.

rencontre sans lendemain anglet El motivo, también conocido, es la incorporación de las 5 propuestas que entregamos el pasado 7 de septiembre y que ya han sido comentadas por la Delegada de Hacienda en su intervención.

Estamos hablando, por tanto, de una negociación polí­tica. Una negociación en la que, a cambio de la inclusión de nuestras propuestas, Izquierda Unida ofrece un sí­ global y en parte crí­tico, es decir, que sin renunciar a nuestra opinión sobre el IBI o las tasas de basura, por poner dos ejemplos de ordenanzas que no compartimos, reconocemos con este sí­ crí­tico el esfuerzo hecho por el gobierno local para incorporar las 5 enmiendas presentadas por Izquierda Unida en tiempo y forma.

Y decimos «negociación polí­tica» porque no hay que olvidar una serie de cuestiones:

En primer lugar, que aunque Izquierda Unida no hubiese presentado ninguna propuesta, las ordenanzas fiscales habrí­an salido adelante.

En segundo lugar, que estas no son las ordenanzas fiscales que habrí­a hecho Izquierda Unida, sino las que Izquierda Unida está dispuesta a votar a favor en base a la negociación entre ambos grupos.

En tercer lugar, que la incorporación de nuestras propuestas benefician a la ciudadaní­a, no a Izquierda Unida.

Y en cuarto lugar, que estamos hablando de potenciar, por un lado, el ahorro energético y el uso de las energí­as renovables en la ciudad de Dos Hermanas, con el fin de incrementar la concienciación ciudadana en la lucha contra el cambio climático; y por otro lado, consideramos que, partiendo de la asunción de lo demagógico del «todo gratis», una fiscalidad progresista tiene que perseguir objetivos de carácter medioambiental y social. Hablando en plata, nuestra intervención y su aceptación por la mayorí­a de gobierno pintan de verde la fiscalidad local.

Por eso insisto en que son incorporaciones polí­ticas, y no meramente técnicas. Ni tan siquiera estratégicas: ni por nuestra parte, ni por la del equipo de gobierno, que no nos necesita para sacar adelante sus iniciativas.

Desde Izquierda Unida creemos que la administración más cercana, el ayuntamiento, puede propiciar una polí­tica fiscal que apueste por la justicia social, incluso contando con las limitaciones legales y económicas existentes. El paí­s con mejores servicios públicos del mundo, Suecia, donde los ayuntamientos gestionan el 70 % de los impuestos estatales, es un ejemplo de lo que decimos. Es evidente que a nadie le gusta pagar impuestos, pero los impuestos son necesarios para crear una sociedad más justa e igualitaria. Allí­ donde hay menos impuestos, la desigualdad es mayor.

No sabemos cuánto va a repercutir para las arcas municipales la inclusión de nuestras propuestas. Es algo que tal vez se pueda cuantificar más adelante. Pero sí­ podemos explicar qué supone para un ciudadano o ciudadana, y cuál es el objetivo perseguido. Yo mismo he mirado mis recibos para comprobarlo: pago algo más de 250 euros por mi coche y mi vivienda. Con paneles solares y coche ecológico, pagarí­a 105 euros, es decir, me ahorrarí­a 145 euros en sólo dos impuestos. Y, además de eso, contribuyo a mejorar el medio ambiente. Otro ejemplo: una persona mayor de 65 años, por apuntarse a inglés en la Universidad Popular, hoy paga algo más de 160 euros al año: el año que viene no llegará a 10 euros. Digo esto porque a veces las cosas parecen quedarse en meros conceptos sin repercusión para la ciudadaní­a.

Por otra parte, somos conscientes de que este dinero que no va a recibir el ayuntamiento no se puede perder. No se pierde en calidad humana o medioambiental, pero, como he dicho antes, los grupos polí­ticos tenemos que seguir siendo responsables y dejar la demagogia del todo gratis y de cuanto más bajos mejor.

Hay algo más que me gustarí­a apuntar respecto de la fiscalidad ecológica, algo que quiero que se entienda bien y no se malinterprete. Supongo que se van a cuestionar las novedades respecto a los tramos de Emasesa, o al menos eso se dejó entrever en la comisión de Hacienda. Es algo sobre lo que se podrí­a discutir mucho. Pero hay un hecho incuestionable: el vertido de un litro de agua en apenas unos segundos de grifo abierto nos sale por unos cuantos céntimos. Quiero decir con esto que una fiscalidad verdaderamente ecológica tiene aún mucho camino por recorrer. Podemos hablar de todo lo que queramos, pero mientras no se tenga en cuenta que los recursos se agotan y que estamos dejándonos llevar por patrones irresponsables de cara a las generaciones venideras, lo demás son discusiones bizantinas. Porque lo verdaderamente demagógico es pensar que tenemos dinero de sobra para gastarnos el agua que nos dé la gana y presumir de que somos capaces de bajar los impuestos más que los demás partidos polí­ticos.

En este sentido, las propuestas de Izquierda Unida incluidas en las ordenanzas no son más que un primer paso en nuestro intento de dar más carga social y medioambiental a la polí­tica fiscal municipal de Dos Hermanas.

En cuanto a la filosofí­a global de las ordenanzas que aprobamos hoy, y teniendo en cuenta las anotaciones hechas antes, repetimos lo que dijimos el año pasado:

– Nos parece correcta la subida del ipc y suponemos que donde este ipc no se ha aplicado es porque el coste de los servicios no lo requiere.

– Creemos que la reducción del 50 % del Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana para amortiguar la actualización de los valores catastrales no deberí­a haberse llevado a cabo.

– Para compensar lo anterior, podrí­amos quitar el pago de la basura en función del consumo de agua.

– Seguimos siendo tozudos en cuanto a la necesidad de gravar las viviendas vací­as; a pesar de las dificultades legales que supone, como poco dejarí­a entrever una posición polí­tica clara sobre el tema.

– Hay ciertos impuestos que socialmente podrí­an perfilarse mejor si la Delegación contase con más personal, pero esa es otra discusión y otro contexto.

Ya adelantamos, si acaso, que para el año próximo propondremos que este ayuntamiento cree una tasa por aprovechamiento especial del dominio público local de la telefoní­a móvil, siguiendo uno de los dos modelos que la FEMP ha puesto a disposición de las corporaciones locales para ello y que ya se viene aplicando en numerosos municipios.

No quisiera terminar sin agradecer a las compañeras trabajadoras de la Delegación de Hacienda su trabajo, que hacemos extensivo a la Delegada, obviamente. Lo hacemos todos los años, pero este con más motivos, porque cuando presentamos nuestras propuestas polí­ticas, hicieron todo lo posible para que su concreción se ajustase técnica y jurí­dicamente a la legalidad.

Gracias.