Dos Hermanas: entre Marbella y el Aljarafe

http://lesfoulees43.fr/?kykywka=rouen-rencontre-femme-c%C3%A9libataire&daa=8c Con más de 200.000 habitantes, la Dos Hermanas del futuro perderá la poca identidad que le queda como ciudad diferenciada de Sevilla. Ocurrirá como en los pueblos del Aljarafe, donde se cambia de municipio sin salir de la misma calle. Esto es lo que sucederá, en opinión de Izquierda Unida, si se llevan a cabo las propuestas del ayuntamiento de Dos Hermanas respecto de la construcción del otras 12.000 viviendas más, esta vez en los terrenos de Villanueva del Pí­tamo, colindantes con la capital.

http://diy-leds.fr/assets/ Según el portavoz municipal de Izquierda Unida, «el POTA y el equipo de gobierno municipal van a convertir Dos Hermanas en un hí­brido entre Marbella -con campo de golf, hipódromo, guarderí­as privadas, clí­nicas privadas y clubs deportivos privados- y el Aljarafe sevillano, con una concentración de población brutal e innecesaria». Manolo Lay se pregunta «¿verdaderamente nos beneficia tener 200.000 habitantes, la mayorí­a de ellos de fuera de nuestra ciudad, con 100.000 coches »“según previsiones de Mapfre- circulando por nuestras calles, 40.000 más de los que tenemos ahora?»

A juicio del portavoz de Izquierda Unida, «dentro de 10 años, el equipo de Toscano habrá convertido nuestra ciudad en un monstruo urbaní­stico que serí­a tan ilegal como el de Marbella si la Junta de Andalucí­a no estuviese en manos del PSOE. Por mucho que nos vendan que va a haber VPO, el POTA supondrá la desaparición de Dos Hermanas como ciudad, convertida en un simple barrio dormitorio de Sevilla, donde los ciudadanos tendrán que soportar los mismos atascos que hoy sufren quienes viven en Tomares, con la sensación de que vivimos permanentemente al borde de una carretera incapaz de absorber el tráfico rodado y con la continua necesidad de dotar de infraestructuras a una población en continuo crecimiento, algo que ya vienen sufriendo los vecinos y vecinas de Montequinto con mucho menor crecimiento del previsto a partir de ahora. Es un navajazo a la identidad de los nazarenos y nazarenas, y lo peor de todo es que, en el futuro, esa herencia que nos van a dejar los actuales gobernantes no tendrá vuelta atrás. Tendremos una Dos Hermanas inflada a marchas forzadas, con más habitantes que muchas capitales andaluzas y con la pérdida de calidad de vida que hoy sufren los ciudadanos y ciudadanas de los cinturones urbanos de Madrid o Barcelona».

Por todo ello, Manolo Lay pide «a nuestros gobernantes en particular, y a la ciudadaní­a en general, que reflexionen sobre qué queremos dejar a las generaciones venideras: si una ciudad sostenible y humana, o una ciudad deshumanizada y gobernada por las inmobiliarias. Si, en definitiva, queremos de verdad una ciudad para vivir o lo que queremos es acabar con Dos Hermanas».